P. Francisco María de la Cruz Jordán
“Mientras los judíos piden milagros y los griegos buscan el saber, nosotros proclamamos a un Mesías crucificado:
para los judíos ¡qué escándalo! Y para los griegos ¡qué locura!” (1 Corintios 1:22-23). Así lo planteaba San
Pablo y el Padre Jordán lo asimiló muy bien en su ministerio y en su vida
diaria. Tanto comprendió en su vida la Cruz de Cristo que quiso llevar tal
palabra en su nombre religioso: Padre
Francisco María de la Cruz Jordán.
La Cruz tiene detrás de sí la entrega del amor, la seguridad de la
verdad, la respuesta al mal y a todos sus frutos. La Cruz es lo que ofrecen los
corazones contaminados del mal que no quieren escuchar la voz de Dios pero a su
vez es la herramienta de Dios para mostrar al mundo su triunfo. Ya que todo
sufrimiento por la defensa de la verdad y de la justicia se plenifica en
cualquier vida humana. Jesucristo, el Dios-Hombre, al aceptar la Cruz le dijo
al mundo que no tenía sentido retractarse de la verdad por ser aceptado y con
su resurrección le dijo al mundo que ni la injusticia ni la muerte tienen la
última palabra.
“Las
grandes obras nacen y crecen a la sombra de la cruz.”