Semana Santa, momento privilegiado para reconocer que Jesús nos llama con nombre propio a amarle y servirle en nuestros hermanos. Su entrega generosa y amorosa por un mundo mejor y una humanidad más humana, construida desde el deseo y el proyecto de Dios, es la respuesta de la aceptación de la Cruz. La injusticia, el odio, la envidia y la sin razón de los contrarios al deseo divino, siempre seran vencidos por la respuesta total de varones y mujeres que se asemejan al Emmanuel, Jesús de Nazaret. El mal continuará en la existencia del hombre, pero desde el acontecimiento de Dios en la historia ese mal no tiene la última palabra. 

Tú puedes ser quien dé respuesta generosa y amorasa ante tanto mal que el mundo ofrece a tus hermanos y hermanas en el mundo, en especial en estas tierras ecuatorinas. Que estas celebraciones cristianas te den la luz necesaria para escuchar la voz de Dios y para no apagarla en lo más intimo de tu ser.

Animate a ser un varón o una mujer de Dios, SÉ SALVATORIANO o SÉ SALVATORIANA.