sábado, 30 de noviembre de 2013

Ministerio del Diaconado

Marco Antonio Cerón Cerón SDS


Gracias infinitas elevamos a Padre Celestial, al Hijo Redentor y al Espíritu Santo Santificador, que hoy nos permite celebrar con alegría en el corazón el ministerio del diaconado a nuestro Hermano Marco Antonio Cerón Cerón SDS. 

Marco Antonio SDS, es quiteño, se formó en la PUCE y es religioso Salvatoriano desde el 29 de junio de 2010. Ha trabajado pastoralmente en nuestras tres presencias en el Ecuador, Cumbayá, Miraflores y Manta. Se ha comprometido en aportar para que la vida salvatoriana crezca y se fortalezca en el Ecuador. 

El 01 de diciembre de 2013, por imposición de manos y oración consagratoria de Monseñor Lorenzo Voltolini, Arzobispo de Portoviejo, fue ordenado Diácono de la Santa Madre Iglesia Católica. Gloria y honor al Dios Trino. 

jueves, 28 de noviembre de 2013

Votos Perpetuos

Jhon Alejandro Perdomo SDS

Hoy 29 de noviembre de 2013, en la Parroquia San Pedro de Cumbayá, en presencia del Padre Juan Carrasquilla Ossa SDS, Superior Provincial de Colombia-Ecuador, Jhon Alejandro Perdomo SDS profesó para toda la vida los votos de castidad, obediencia y pobreza. 

Bendecimos a Dios por este llamado y esta elección, más aun glorificamos su nombre porque permite que nuestra presencia Salvatoriana crezca y se vaya fortaleciendo en el Ecuador. Gracias Señor por tanto amor al proyecto espiritual y de apostolado del Padre Francisco María de la Cruz Jordán SDS. 

Pedimos a todos sus oraciones y su compañía. Y les agradecemos a todos por su aceptación a nuestro apostolado en nuestras presencias en el Ecuador, ya son 25 años de arduo y generoso trabajo por la construcción del Reino de Dios.  

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Finalizando el año de la FE

El compromiso del creyente

En el 2012, el Papa Benedicto XVI invitó a toda la Iglesia Católica a vivir el año de la fe, que iniciaría el 11 de Octubre del mismo año y finalizaría el 24 de noviembre del 2013, en la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Y así se ha realizado.

Y en la convocatoria, para vivir el año de la fe, el Papa Benedicto XVI, en su documento Porta Fidei (La puerta de la fe), nos exhortó diciendo: “La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo”[1]. Fue claro el Papa en invitarnos a reforzar nuestra fe personal para compartirla, para no quedarnos con ella, crecemos en la fe para sembrar un mundo nuevo, que sea el Reino de Dios. De lo contrario tener fe en Jesús no tiene sentido, si es un amor recibido y no compartido, es vacía esa fe.

Luego, ante la renuncia del Papa Benedicto XVI, llegó el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, un argentino dinámico y lleno de amor, que eligió llamarse como el pobre de Asís, Papa Francisco. Este hombre, carismático por naturaleza, continuó animando a la Iglesia a vivir el Año de la Fe. Y en su primera Carta Encíclica, nuevamente los fieles cristianos, escuchamos la exhortación del vicario de Cristo, una voz distinta en la sede de Pedro, pero en la misma línea: “Quien se ha abierto al amor de Dios, ha escuchado su voz y ha recibido su luz, no puede retener este don para sí. La fe, puesto que es escucha y visión, se transmite también como palabra y luz.”[2].

No hay vuelta de hoja, no hay que decir más. El compromiso del creyente en Jesús de Nazaret está llamado a entregar lo que ha recibido, debe contagiar a otros, debe permitir que otros se sientan amados por Dios y así todos podamos construir el Reino de Dios que vino a sembrar el mismo Señor Jesús. Y lo hacemos como Él lo hizo, encendiendo la llama de la luz en otros, “La fe se transmite, por así decirlo, por contacto, de persona a persona, como una llama enciende otra llama.”[3].      


                                                                

[1] Benedicto XVI, Carta Apostólica en forma de MotunPropio: Porta Fidei, No. 7.
[2] Francisco, Carta Encíclica: Lumen Fidei, No. 37.
[3] Ibídem.