viernes, 31 de octubre de 2014

SEGUIR A JESÚS, es dialogar con él

« Dirigiéndose a los judíos que habían creído en él, dijo Jesús: Si permanecen fieles a mi palabra, ustedes serán verdaderamente mis discípulos, así conocerán la verdad y la verdad los hará libres » (Jn 8, 31-32)

“Jesús nos habla al corazón con su Palabra, y nos invita a unirnos completamente a Él”

EL seguimiento de Jesús, por ser una experiencia que parte de un encuentro personal con él, nos ubica en un constate diálogo de cercanía, que acrecienta nuestro deseo de seguirlo en su caminar y de servir con un corazón entregado a la caridad con el hermano. Al dialogar con Jesús, él nos comparte su propuesta del Reino, por medio del cual nos manifiesta ese mundo mejor que Dios quiere para todos.

Jesús, por medio de su vida y sus palabras nos habla todos los días para que descubramos la verdad de Dios, quien quiere siempre comunicarnos su infinito amor y misericordia. En la dinámica del diálogo, primero escuchamos a Jesús, así, podemos entender cuáles son los sentimientos propios del cristiano que nos dignifican como personas, y en segundo lugar, nosotros hablamos a Jesús, quien atiende prontamente a nuestro llamado, es decir, a nuestra oración; pues bien lo recuerda el Santo Cura de Ars: “La oración no es otra cosa que la unión con Dios… En esta íntima unión, Dios y el alma son como dos trozos de cera fundidos en uno solo, que ya nadie puede separar”.

Así, el diálogo con el Señor, nos lleva a unirnos con él, a sentirnos parte de su misión y a fortalecernos con su amor ante los retos que la vida nos presenta. Él nos habla, nos anima, nos aconseja, nos orienta para caminar siempre a la luz de su vida, fundamento de nuestra fe y motor de nuestro deseo de servir con bondad y amor al necesitado.

jueves, 30 de octubre de 2014

SEGUIR A JESÚS, es salir y caminar con él

« Jesús les contestó: Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar también allí, pues para ésto he venido- » (Mc 1, 39)

“Jesús nos muestra el camino, pues nos enseña que ser discípulo significa seguirlo e ir tras de Él”

EL seguimiento de Jesús, lleva consigo una respuesta que damos a él, frente a la invitación que nos hace de salir y caminar, acompañados por él en su misión. Seguir a Jesús, por consiguiente, es abandonar el lugar en el que se está (egoísmo, tristeza, soledad, soberbia), dejar lo que se tiene y hacernos parte de su obra salvadora, que se hace manifiesta en las buenas acciones que hacemos al prójimo.

El gesto de caminar con Jesús, es recordar sus palabras descritas por el Evangelio de Juan: “Yo soy el CAMINO, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6). El Señor es nuestro camino, por el que siempre debemos caminar sin temor a equivocarnos, pues nos lleva directo al Padre, conduciéndonos por una vía de comunión con Él y con los demás.
El CAMINO que Jesús nos invita a seguir después de salir con Él, es el de su propia Vida, llena siempre de bondad, amabilidad, misericordia, comprensión y caridad con todo aquel que necesite sentir por medio de nuestro testimonio y obrar que Dios está siempre junto a nosotros.

El caminar con Jesús dinamiza nuestra vida de fe, nos mantiene siempre en movimiento, en constante iniciativa de ir hacia el hermano que necesita mi mano, con quien siento la grandiosa experiencia de ser hijos del mismo Padre amoroso, quien nos espera con los brazos abiertos para acogernos con su misericordia.

miércoles, 29 de octubre de 2014

SEGUIR A JESÚS, es estar cerca de él

« Después Jesús reunió a la gente y a sus discípulos, y les dijo: -Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga- » (Mc 1, 16-20)

“Jesús nos invita a estar junto a Él, a seguirlo sintiendo su fiel compañía”

L seguimiento de Jesús armoniza nuestra vida con su compañía, pues, “seguirlo” significa mantener una relación de “cercanía” con él, de ir detrás de él, es decir, de caminar junto a él. El mismo Señor se nos muestra como “camino”, confirmando siempre su presencia incondicional junto a nosotros y que al mismo tiempo manifiesta la cercanía del Maestro al discípulo, del Señor al siervo, del Amigo al amigo, siendo la guía segura en nuestros pasos.

Pedro, durante la pasión, seguía a Jesús “de lejos” (Mc 14, 54), hecho que nos recuerda, que la lejanía en el seguimiento de Jesús llevó al mismo Pedro a la negación de la fe e incluso hasta la traición de su amistad con Jesús; pues seguirlo a él, nos exige siempre “estar con él”, “estar junto a él”. Jesús cada día nos invita a estar con él, siendo ésto lo primero y más importante, pues nuestro corazón arde siempre en bondad y alegría cuando sentimos su cercanía en el camino; que nos lleva a configurarnos con él en nuestro modo de vivir, de actuar, es decir, de ofrecernos en donación al prójimo.

“Seguir a Jesús” significa entonces, asemejarnos a él (ser cercanos) por medio de nuestro testimonio y forma de vida, manifestando la libertad de amar y acoger a quien también está junto a nosotros en este caminar.

martes, 28 de octubre de 2014

SEGUIR A JESÚS

« Pasando por la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al lago, pues eran pescadores. «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres.» Al momento dejaron las redes y lo siguieron » (Mc 1, 16-20)

“Jesús nos enseña a seguirlo, a optar por su camino, con el testimonio y el servicio a los demás”

En la búsqueda y en el crecimiento de nuestra vida cristiana, es necesario retornar nuestra mirada a los orígenes de la fe. En la que descubrimos que el seguimiento a Jesús es el eje de la espiritualidad cristiana que orienta y sustenta nuestra vida de creyentes. No hay verdadera espiritualidad cristiana si no hay un verdadero conocimiento de Jesús que nos impulsa a seguirlo.

Cuando acudimos a los relatos que la Sagrada Escritura nos presenta sobre el estilo de vida de las primitivas comunidades cristianas, podemos apreciar, que ellos encontraron en el seguimiento, la forma y expresión más auténtica de la fe en Jesús; permitiéndoles iniciar un caminar de creyentes hacia la configuración de la Iglesia, animada por el Espíritu del Señor, fortalecida por la Palabra y alimentada con la Eucaristía.

Su testimonio sincero y eficaz de la presencia viva de Jesús en medio de ellos, fruto de su opción por seguirlo; nos permiten hoy afirmar sin temor a equivocarnos que la realización de la fe, sólo ocurre en la orientación total a Jesús y en la vinculación de nuestra propia vida a la de él, con el fin de poner a disposición nuestros dones para el servicio de nuestro prójimo en la misión que exige el seguimiento. 

sábado, 4 de octubre de 2014

Ministerio del Diaconado

MILTON CÉSAR PEÑA PERDOMO SDS

Hoy elevamos una oración de acción de gracias a Dios por el ministerio que le ha otorgado a nuestro hermano en nuestra familia religiosa salvatoriana. Con el sí de este hermano muchos hombres podrán recibir el nacimiento que viene de Dios por el bautismo, podrán enriquecer su vida espiritual con sus predicaciones en las santa misa y podrán recibir el consuelo en su enfermedad con la santa comunión. Los diáconos en la Santa Madre Iglesia están al servicio de todos los necesitados. 

Hoy 04 de octubre, la Familia salvatoriana está de fiesta, pues uno de sus hijos, entrega su vida al servicio en el ministerio sacerdotal; por imposición de manos y oración consecratoria de Monseñor Tulio Duque SDS, Obispo Emérito de Pereira, en la Parroquia Espíritu Santo de la Diócesis de Neiva-Huila, fue ordenado Diácono Fr. Milton, le acompañaron algunos sacerdotes salvatorianos, diocesanos y sus familiares y amigos.