miércoles, 29 de octubre de 2014

SEGUIR A JESÚS, es estar cerca de él

« Después Jesús reunió a la gente y a sus discípulos, y les dijo: -Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga- » (Mc 1, 16-20)

“Jesús nos invita a estar junto a Él, a seguirlo sintiendo su fiel compañía”

L seguimiento de Jesús armoniza nuestra vida con su compañía, pues, “seguirlo” significa mantener una relación de “cercanía” con él, de ir detrás de él, es decir, de caminar junto a él. El mismo Señor se nos muestra como “camino”, confirmando siempre su presencia incondicional junto a nosotros y que al mismo tiempo manifiesta la cercanía del Maestro al discípulo, del Señor al siervo, del Amigo al amigo, siendo la guía segura en nuestros pasos.

Pedro, durante la pasión, seguía a Jesús “de lejos” (Mc 14, 54), hecho que nos recuerda, que la lejanía en el seguimiento de Jesús llevó al mismo Pedro a la negación de la fe e incluso hasta la traición de su amistad con Jesús; pues seguirlo a él, nos exige siempre “estar con él”, “estar junto a él”. Jesús cada día nos invita a estar con él, siendo ésto lo primero y más importante, pues nuestro corazón arde siempre en bondad y alegría cuando sentimos su cercanía en el camino; que nos lleva a configurarnos con él en nuestro modo de vivir, de actuar, es decir, de ofrecernos en donación al prójimo.

“Seguir a Jesús” significa entonces, asemejarnos a él (ser cercanos) por medio de nuestro testimonio y forma de vida, manifestando la libertad de amar y acoger a quien también está junto a nosotros en este caminar.

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